Los valores de respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minorías, son comunes a los Estados miembros de la UE. Constituyen el fundamento de nuestra Unión de países, comunidades y pueblos, como se recoge en el artículo 2 del Tratado de Lisboa.
Una educación y una formación inclusivas y de alta calidad, a todos los niveles, así como una dimensión europea de la enseñanza, son fundamentales para crear y mantener una sociedad europea cohesionada. El conocimiento del patrimonio cultural común y la diversidad de Europa, así como de los orígenes y funcionamiento de la Unión Europea, representa una información esencial para todos los ciudadanos de la UE.
A propuesta de la Comisión, el Consejo adoptó, con arreglo al procedimiento legislativo ordinario, su Recomendación relativa a la promoción de los valores comunes, la educación inclusiva y la dimensión europea de la enseñanza. La Recomendación tiene por objeto promover un sentimiento de pertenencia que transmita valores comunes, fomentar una educación inclusiva e impulsar la enseñanza sobre Europa y a sus Estados miembros para contribuir al desarrollo del sentimiento de formar parte tanto de la propia escuela, localidad y país, como de la familia europea.
La Recomendación también pretende reforzar la cohesión social y combatir la xenofobia, la radicalización, el nacionalismo divisor y la difusión de noticias falsas. Para alcanzar estos objetivos, propugna:
- la promoción los valores comunes en todos los niveles educativos
- el favorecimiento de una educación más inclusiva
- el fomento de la dimensión europea de la enseñanza, al tiempo que se refuerzan las competencias de las administraciones nacionales en este ámbito
- un variado abanico de ayudas para los profesores y las instituciones de enseñanza.
Estas acciones están en consonancia con las actividades en curso a nivel de la UE para implementar el pilar europeo de derechos sociales. Las herramientas y los instrumentos de financiación de la UE, especialmente el programa Erasmus+ y los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos, mantienen su importante contribución a la puesta en práctica de esta Recomendación.